Lo destacable es que es gratuito y está siempre a nuestro alcance. Cuando nos sumergimos en la respiración, nos apartamos de la mente, convirtiéndose así en la herramienta ideal para oxigenar nuestro organismo, especialmente nuestro cerebro. Además, contribuye a mejorar nuestra sensación general de bienestar y a tranquilizarnos en momentos de estrés o ansiedad.
Aprender a respirar de manera adecuada, consciente y completa es fundamental para mantener una buena salud física y mental. En situaciones de estrés o ansiedad, la respiración tiende a volverse corta y rápida, acelerando el ritmo cardíaco y localizándose únicamente en el pecho en lugar de seguir un movimiento ascendente desde el abdomen, costillas, pecho y clavículas, y descendente en sentido inverso.
En nuestra rutina diaria, no solo tendemos a desconectarnos de nuestra respiración, sino que también suele ser deficiente e insuficiente. Normalizar la respiración se convierte así en el primer paso para estabilizar la mente y calmar el sistema nervioso. Es por ello que tanto psicólogos como profesores de yoga o meditación otorgan tanta importancia al control de la respiración.
Adoptar una respiración natural (similar a la de los bebés), consciente y profunda, como la empleada en yoga o mindfulness, conlleva numerosos beneficios para nuestra salud física y mental:
Eliminación de Toxinas: El sistema respiratorio, a pesar de pasar desapercibido, es uno de los mecanismos depurativos más importantes del organismo. La exhalación elimina dióxido de carbono, el residuo tóxico natural de los procesos metabólicos del cuerpo. Una respiración tranquila durante 5 a 10 minutos al día permite limpiar el organismo de manera efectiva.
Alivio del Dolor: En momentos de dolor, ya sea repentino o crónico, solemos contener la respiración, lo que dificulta la liberación de endorfinas, hormonas que actúan como analgésicos naturales. Adoptar una respiración controlada, inhalando en cuatro tiempos, reteniendo entre seis y ocho, y exhalando lentamente entre ocho y doce tiempos, puede potenciar este efecto beneficioso.
Estimulación del Sistema Linfático: La respiración profunda facilita la eliminación de células muertas y otros desechos a través del sistema linfático. Esto beneficia al sistema inmunológico, mejorando la salud general del organismo y permitiendo la eliminación efectiva de toxinas.
Aumento de la Energía Vital: La inhalación carga el cuerpo de oxígeno, el alimento y energía para las células. Fortalecer la respiración amplifica la sensación de energía y vitalidad. Por esta razón, el yoga, donde la respiración es esencial, se conoce como la práctica de la energía.
Mejora de la Función Cardíaca y Digestiva: Una respiración natural y profunda aumenta el suministro de oxígeno, beneficiando tanto al corazón como al sistema digestivo. La respiración natural, que involucra el movimiento del abdomen, produce un efecto de masaje en los órganos internos y los intestinos, favoreciendo la digestión y el tránsito intestinal.
Calma del Sistema Nervioso: Oxigenar adecuadamente el organismo, especialmente las neuronas, ayuda a controlar el estrés y la ansiedad, favoreciendo el sueño. Una respiración tranquila calma la mente y nos ayuda a estar presentes, combatiendo el ruido mental y el pensamiento repetitivo característico de quienes experimentan ansiedad.
Existen numerosas técnicas de respiración (conocidas como pranayamas en yoga) que podemos practicar diariamente para mejorar nuestra calidad de vida y en momentos puntuales de estrés o ansiedad. Aquí tienes algunas:
Respiración Abdominal: Para hacerla más fácil y agradable, acuéstate boca arriba, coloca una mano en el abdomen y otra en el pecho. Inhala por la nariz sintiendo cómo se expande el abdomen y exhala suavemente por la boca sintiendo cómo se contrae. Repite unas 10 veces.
Respiración Diafragmática: En una posición cómoda, preferiblemente tumbados, coloca las manos a los lados de la caja torácica, sobre las costillas. Inhala por la nariz, expandiendo las costillas hacia afuera, y ciérralas al exhalar. Intenta respirar exclusivamente por la nariz.
Respiración Anti Ansiedad: Si experimentas ansiedad, practicar esta respiración cada noche antes de dormir, entre 6 y 10 veces, puede ayudarte a controlarla: inhala durante 4 segundos, retén la respiración durante 7 segundos y exhala durante 8 segundos.
Respiración Cuadrada: Esta técnica respiratoria de yoga es útil para equilibrar el sistema nervioso. Puedes realizarla sentado en el borde de una silla con la espalda recta. Inhala por la nariz un par de veces y exhala por la boca suspirando relajadamente. Luego, inhala en cuatro tiempos, retén el aire otros cuatro tiempos, exhala en cuatro tiempos y espera otros cuatro tiempos antes de volver a inhalar.
Respirar es el acto vital más esencial para la vida, pero, en general, prestamos poca atención a la respiración. Detenernos, en cualquier momento del día, y ser conscientes de nuestra respiración puede cambiar por completo nuestro estado físico, mental y emocional. Respirar de manera consciente nos conecta con nuestro cuerpo, nos calma, nos llena de energía, vitalidad y, hasta cierto punto, de felicidad.